Queridos amigos pescadores:
Hace mucho escribí un humilde artículo cuyo título "Apuntes sobre la vida, los pescadores, sus moscas y sus peces" fue lo más destacado.
En todos estos años se ha profundizado los conocimientos referidos a nuestra técnica. Son cada vez más vastos los artículos, foros enriquecidos por infinidad y disparidad de criterios.
Sin duda pareciera que lo técnico supera lo emocional, la sapiencia de quienes escriben los aisla de experiencias, aún simples que los categorice a nivel humano.
Mi idea en este proyecto sería convocar a que cada amigo pescador pudiese participarnos de las tan simples y normales experiencias de vida junto al río.
No vamos a mostrar peces records, no nos interesa referirnos a los costos, ni marcas de equipo; sí la riqueza de emociones que fuese capaz de transmitirnos.
Todos somos, mujeres y hombres que pescamos, los módulos de su caña, los polímeros de su línea o las diferentes plumas genéticas no son el tema de la propuesta.
Si puede reflejarnos lo que sintió al ver a su hijo con su primera trucha, una noche de campamento, su primera derrota ante un buen pez, etc, etc, etc, interpreta el espiritu de esta experiencia. Animesé, su relato no generará polémicas, no nos interesa; es solo un intento de remplazar aquel fogón a la luz de la luna por el destello de esta sorprendente pantalla; desde ya le estaría agradecido.
Darío Pedemonte
Hace mucho escribí un humilde artículo cuyo título "Apuntes sobre la vida, los pescadores, sus moscas y sus peces" fue lo más destacado.
En todos estos años se ha profundizado los conocimientos referidos a nuestra técnica. Son cada vez más vastos los artículos, foros enriquecidos por infinidad y disparidad de criterios.
Sin duda pareciera que lo técnico supera lo emocional, la sapiencia de quienes escriben los aisla de experiencias, aún simples que los categorice a nivel humano.
Mi idea en este proyecto sería convocar a que cada amigo pescador pudiese participarnos de las tan simples y normales experiencias de vida junto al río.
No vamos a mostrar peces records, no nos interesa referirnos a los costos, ni marcas de equipo; sí la riqueza de emociones que fuese capaz de transmitirnos.
Todos somos, mujeres y hombres que pescamos, los módulos de su caña, los polímeros de su línea o las diferentes plumas genéticas no son el tema de la propuesta.
Si puede reflejarnos lo que sintió al ver a su hijo con su primera trucha, una noche de campamento, su primera derrota ante un buen pez, etc, etc, etc, interpreta el espiritu de esta experiencia. Animesé, su relato no generará polémicas, no nos interesa; es solo un intento de remplazar aquel fogón a la luz de la luna por el destello de esta sorprendente pantalla; desde ya le estaría agradecido.
Darío Pedemonte
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